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Cómo afecta la robótica a la educación en Europa

A medida que la educación en Europa ha comenzado a centrarse más en el espíritu empresarial, la innovación y la creatividad, la robótica sigue estando integrada en el aula. Los robots están demostrando ser útiles como herramientas educativas y como una nueva tecnología que los niños pueden estudiar.

Rikke Berggreen Paaskesen, profesora Española especializada en sociología pedagógica, es considerada pionera en su país en la integración de la robótica en la educación. Afirma que los estudiantes deben tener la oportunidad y el espacio para poder trabajar de manera creativa y que los robots en la educación son un medio apropiado para promover un enfoque diferente y experimental del aprendizaje, como el curioso invento del Robot asesino.

Paaskesen trabaja para Coding Pirates, una organización que pone a los niños en contacto con las nuevas tecnologías en Aarhus, Dinamarca. Esta organización establece entornos tecnológicos en las comunidades locales e invita a los niños a jugar y experimentar para promover la creatividad.

También colabora con las escuelas con el fin de integrar la robótica en la docencia de otros cursos y de hecho no solo en STEM tradicionales (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas) sino también en cursos teóricos. Más específicamente, se enfoca en el desarrollo de historias junto con el diseño y se les pide a los niños que brinden soluciones a problemas que encajan en un contexto narrativo de ficción. Entonces, los estudiantes comienzan con pequeñas actividades y, a medida que aprenden, pasan a proyectos más grandes basados ​​en escenarios de la vida cotidiana.

Ella prepara el escenario y luego los estudiantes exploran, intentan y dan soluciones por su cuenta en función de sus intereses y habilidades. Entonces, algunos estudiantes se enfocan más en construir un robot, mientras que otros prefieren enfocarse en programar y experimentar con diferentes soluciones mejorando su código cada vez.

La idea de integrar la robótica en la educación requiere un enfoque interdisciplinario que puede sonar bien en teoría, pero en la práctica tiene dificultades en su implementación. Los profesores y educadores deben seguir un plan de estudios específico y, por lo tanto, les resulta difícil encontrar el tiempo para probar algo fuera del plan de estudios específico.

Por último, Paaskesen concluye diciendo que la tecnología debe convertirse en parte de la vida cotidiana y no debemos tener miedo de usarla, mientras que las escuelas también deben ser más flexibles y abiertas a nuevos métodos de enseñanza.