Ha llegado el momento de elegir el mobiliario para tu salón, pero ¿todavía no sabes cuáles son los acabados que deben tener para conseguir el equilibrio perfecto entre una buena estética, durabilidad y funcionalidad?
Si es así, has llegado al sitio correcto, porque aquí te diremos cuáles son los aspectos que debes tomar en cuenta a la hora de elegir los mejores acabados de los muebles para este lugar tan especial del hogar.
Elige el tipo de material adecuado
Tanto si se trata de sillas, mesas, sofás o muebles auxiliares, siempre es posible seleccionar entre una larga lista de materiales y acabados. Entre ellos pueden mencionarse la madera, cuero, melamina, lona, vinil o lana.
Independientemente de tu elección, ten presente que el acabado debe complementarse con el estilo de decoración de tu salón. Por ejemplo, si es de estilo minimalista, sillas de líneas sencillas y tapizados lisos, como las que encuentras en https://www.nacher.es/, son más que perfectas para decorar el espacio.
Mientras que si tienes un salón con decoración vintage, entonces no dudes en incluir mesas con encimeras de madera, diseño clásico y acabado rústico, para crear un ambiente cálido y algo antiguo.
No sacrifiques la calidad
Muchas personas deciden elegir muebles con acabados de poca calidad, solo por pagar un bajo precio. No obstante, se trata de un error terrible, porque los malos acabados le restan elegancia a tu salón, se dañan con mucha facilidad, por lo que tendrás que invertir dinero de más en reemplazar tus muebles o repararlos; y suelen pasar de moda bastante rápido.
Sucede todo lo contrario con el mobiliario que tiene acabados de máxima calidad, pues, aunque sí es cierto que suelen ser un poco más caros, también es verdad que tienen personalidad propia, que suelen ser atemporales y que se mantendrán intactos con el paso de los años.
Máxima comodidad y funcionalidad
Al momento de elegir los acabados para los muebles de tu salón, no solo te fijes en la estética, en el diseño y en la calidad, sino también en la funcionalidad y comodidad que estos ofrecen.
Por ejemplo, si se trata de un sillón, asegúrate que sea un material óptimo, suave, hipoalergénico y que acumule la menor suciedad posible, así cada vez que lo uses tú o cualquier miembro de tu familia se sentirán muy a gusto. De igual modo, la limpieza y mantenimiento será menos frecuente y menos complicada.